lunes, 27 de julio de 2015
Noche de espera
Es de esas noches en las que sabes que te costara dormir, que sabes que ha llegado el momento esperado, el que tocas con la punta de los dedos pero aun no tienes, como el helado que roza tu lengua pero aun no puedes saborear, como la suavidad de tu piel escurriéndose entre mis dedos.
Es una noche de nervios y ganas contenidas, de risas forzándose a no estallar y querer gritar, de momentos de tensa espera combinadas con momentos pasajeros que poco a poco van haciendo correr las agujas del reloj.
Es una noche para los dos, difícil pero llevadera, larga pero concisa y conclusa, pues en su fin amanecerá con radiante fuerza un nuevo sol, un nuevo cielo que al poco tiempo compartiremos bajo un mismo techo.
Es una noche de despedidas, de dejar un calor por otro, pues en este verano no espero milagros, un ambiente, un aroma, un olor, la despedida del silencio de mis noches por el ruido de la metrópolis, el adiós a mis noches vacías por abrazos eternos durmiendo junto a ti.
Es una noche de ilusiones contenidas, de pensamiento etéreos que vuelan en mi mente, de imaginaciones por doquier, soñando con esto y con aquello, con que haremos o dejaremos de hacer. Pero con la tranquilidad de saber que pase lo que pase, lo haremos juntos, y solo por eso ya tengo la tranquilidad de que todo saldrá bien.
Un noche de contener tus nervios, de tranquilizarte aunque los nervios me jueguen una mala pasada, de repasar que todo este correcto, yo este correcto para ti, al menos se que mi corazón lo esta, mas que de sobra, pues lleva demasiado tiempo apagado y triste a la espera de reencontrase con el tuyo al igual que mi alma, que de pronto vuelve a brillar sabiendo que estoy a punto de volver a rodearte entre mis brazos.
Es una noche de amor, como todas las de nuestra vida juntos, con la salvedad de que la esperanza se multiplica hasta el infinito, y la felicidad irradia nuestros corazones, pues la próxima vez que escriba en este blog lo haré a tu lado, con una sonrisa en mi rostro y una llama incandescente en mi corazón.
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