La playa sin ti no es lo mismo, nunca podría serlo por mas que lo quisiera, aunque intentara disfrutarlo, como si trataras de disfrutar de un partido en el que no hubiera pelota, en el que trataras de disfrutar de una película sin imagen o sonido.
La playa sin ti esta vacía, aunque este lleno de gente disfrutando de ella, solo es un conjunto de sonidos apelmazas, un batiburrillo de voces que se superponen unas con otras, es solo un silencio acribillado por segundos interminables.
El mar sin ti esta en silencio, y el rumor de las olas se me hace hasta cansino, rompiendo una y otra vez, sin tener la oportunidad de navegarlas abrazado a ti, cubriéndote de sus embistes, besandonos mientras las olas nos abrazan.
El mar se me hace gigante y me siento vacío, un vacío que solo tus besos son capaces de llenar, me siento como una gota de agua en medio del desierto de sal en medio del océano de arena, me faltas tu para completarme, me faltas tu para poner orden a mi felicidad.
La playa sin ti es solo arena, es solo tierra mojada que se pega mi piel y no se suelta, es sólo viento cortante que aulla en mis oídos y eriza mi piel... es sólo fuego ardiente que supura mis heridas.
Pero la brisa es amable, susurra junto al arrullo de las olas recordándote, sabiendo que pronto la podremos compartir juntos, juego con la arena entre mis dedos, con las pequeñas piedras que se van cayendo de la palma de mis dedos al moverlos, como un reloj que me marca el tiempo, el cual me acerca a ti.
El mar es la sal incrustada en mi cuerpo, es un recuerdo que siempre tengo, es el picor entremezclado del salitre recorriendo mi piel, y cierro mis ojos mientras nuevos recuerdos se van archivando en mi memoria, el sentir el olor de tu piel salada comparada con la mía, el sabor de tus labios impregnados de sal, y aun así encontrarlo siempre los mas dulces.
La playa sin ti es lo peor del mundo, pero se contrarresta tanto tanto,, con la playa contigo, que ardo en deseos de escribir esa entrada, la playa contigo, el mar a tu lado, la brisa recorriendo el tiempo, la arena en nuestros piel y la sal en nuestros labios.
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