miércoles, 24 de junio de 2015

Un San Juan pensando en ti.


La vida esta hecho de momentos, de pequeños retazos de memoria que van quedando en nuestra mente, de pequeñas sonrisas acumuladas en fechas especiales, o miradas eternas en ilusiones imperecederas. La magia de la vida es hacer que cada momento sea digno de ser recordado, de ser vivir, dejar de pensar en ser feliz y en serlo, dejar de soñar para vivir los sueños.

La esperanza me llena de saber que a pesar de perder la oportunidad de compartir fechas importantes contigo no son mas que trabas en el camino, insignificantes antes todas las que nos quedan por venir. Por supuesto que pasar la noche de san Juan sin poder compartirla contigo no es lo mismo. Una noche  especial que se vuelve vacía y sin sentido ante tu falta, y el simbolismo y la magia pasan a un segundo lado.

La noche del agua y el fuego, reducida a unos pocos minutos de brisa marina, de sal en mi pies, de agua en mi cara y en mi cuerpo, bañadas por un deseo de esperanza, y selladas bajo el mismo cielo que compartimos.

Tradiciones y formas de celebrarlas distintas, y con la certeza de que iremos creando la nuestra propia, juntos en familia, y con el tiempo con la propia nuestra. Nuestro propio camino, nuestra propia historia.

Y es que no necesito que sea una noche señalada para llevarte a la arena en una noche estrellada junto a un fuego, lo puedo hacer cualquiera noche perfecta de este verano lleno de nuevas y renovadas ilusiones, quiero comparar si tus ojos son capaces de iluminar mas que las propias llamas.

Un deseo es solo eso, si no hacemos nada por lograrlo, y ambos estamos dando los pasos para conseguir que se conviertan en realidad, lo que parecía tan lejos empieza a estar en al punta de los dedos, y son en estos momentos cuando hay que renovar aun mas las fuerzas para seguir adelante, y se que juntos lo conseguiremos... Tan sólo necesito tu sonrisa para ser feliz, tan sólo necesito tu mirada para sentirme fuerte, tan solo necesito tus palabras para ser capaz de derrotar a cualquier mal que se nos ponga por delante.

Aunque anoche me faltaras tu, sentía tu espíritu, pensaba en ti, cerraba los ojos y estabas a mi lado, dándome la mano para entrar como hiciéramos el año pasado... Pronto no tendremos que volver a cerrar los ojos, sino abrirlos bien fuerte para vernos, para abrazarnos y no volver a separarnos nunca mas.


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