martes, 2 de junio de 2015

Siempre hacia el amanecer


Saben mis ojos, a claro-oscuros, llorosos, que por mas que se entrecierren y se vuelvan a abrir no vas a aparecer, saben bien, y aun así lo intentan, con sus dilatadas pupilas provocadas por la media luz, por sus enrojecimiento que el cansancio no es una opción, por mucho que miran, saben que no estas para iluminarlos.

Saben mis dedos, temblorosos inquietos, que por mas que toquen, que tecleen, que busquen que suenen que no van a poder sentir tu piel, la suavidad de tu piel desmedida, el contoneo curvilíneo de tu cuerpo, las lineas marcadas de tus labios, de tus mejillas, la longitud ensimismada de tus mechones de pelo cuando se entrelazan entre ellos.

Sabe mi corazón, muy a su pesar que no puede tenerte, y late apesadumbrado, como si se estuviera reservando, como si esperara el momento oportuno de volver a latir con toda la fuerza que posee, de hacer llegar la sangre a todas las partes de mi cuerpo y en definitiva de hacerme sentir vivo al 100 por 100 completo.

A media luz, a medio gas, como un atardecer anaranjado, cavilando y buscando entre mis imágenes guardadas en mi memoria todas y cada una de las que me recuerdan a ti, y sonrío imaginándome volver a hacer todo eso de nuevo pronto y para siempre.

Te hecho tanto de menos, que mi vida es a tonos grises, con tonalidades sepia, como si fuera una película de cine mudo, y es que sin ti mi vida no tiene color ni sonido, tu eres la que la hace regresar a la vida a full hd.

Conviertes cada segundo juntos en una nueva oportunidad para enamorarte, para recordarte que eres lo que mas he querido en mi vida, mi ganas mi ilusión y aquello por lo que lucho. Ojala pudiera hacerlo muchas mas veces, ojala fuera siempre perfecto y pudiera hacerte olvidar el dolor de estar separados. La agonía incomprendida de dos enamorados que no pueden abrazarse por mas que sus corazones lo desean.

Pero sueño en positivo, vivo en luz, miro siempre a ese atardecer aunque me queme los ojos con la esperanza de que el sol se eleve al cielo y nos bañe con su luz de gracia y esperanza, que nos llene de la vida que cada día me das, recargándome para seguir adelante por muchos problemas que nos ataquen.

Siempre hacia el amanecer, con la esperanza por bandera, con el corazón henchido y lleno de ilusión, del amor que nos procesamos, con una sonrisa como carta de presentación. Siempre hacia el amanecer, hacia nuevos retos, nuevos caminos, hacia la libertad de nuestra alma, hacia la unidad de nuestras almas, nuestros corazones, resumido en un apretar de manos, resumido en un abrazo, resumido en el beso de dos enamorados que vuelven a encontrarse.

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