Caos Ordenado

Digo orden, pero el de colocación, el de tenerlo todo en su huecos,

no el de mandar o dirigir, dios me libre, pues yo no soy de esos,

yo mas bien mando poquito, y normalmente siempre cuando rondan los besos.

Digo orden y de él hablo, pues hace falta tener un poquito guardado, y si no lo tienes, crearlo,

que en el fondo tampoco cuesta tanto, un poco por aquí otro por allá y ya esta todo ordenado.

Lo digo y lo mantengo, o lo intento, no seré quien para negar tal cosa,

pues intento por todos los medios, que esta poesía, mas bien prosa, tenga de ese orden del que carezco.

Pero no, no estoy aquí por eso, pues mi idea era decir,

“pon orden en tu vida, pues solo de esta manera podrá avanzar y el camino seguir”

y me pierdo y el caos me lleva, como decía, lo intento.

Aunque a veces, librenme del mal, creo que no lo mantengo.

No puedo evitarlo, y mi alma de poeta me dice que no se puede vivir con ataduras

y que las cosas que vengan, las dicte el corazón y se cumplan con premura.

Y si, en verdad tiene razón, no se la puedo dar del todo,

pues si vivir encorsetado y midiendo el minuto a minuto el malo,

el vivir en el alocado caos tampoco hace que todo se convierta en oro.

Pero cuesta, porque el orden no es lo mio, ni lo será,

siempre seré un atolondrado que sigue los cantos de sirena,

y no, no son las de las ambulancias como cierto perro, (perdóname princesa)

si no las de los cuentos mitológicos, esas de cuerpo de mujer y cola de las que encontrarías en la pecera... o en su defecto en una buena barbacoa si el hambre aprieta.

Y perdón, me pierdo, escribo esto a sabiendo de que no sigo patrones, ni lineas francas,

en el fondo sera verdad que siempre estuve poco cuerdo...

Bueno, estar un poco loco en un mundo de caos que aparenta no serlo tiene sus ventajas.

Me muestro como soy, nada escondo y nada aparento.

Y me despido ya, pues este intento de sonata, poesía o prosa,

de sonetos conversos, de caos ordenado, de desordenados versos,

empieza a alargar, y puede que, en este tiempo siniestro,

el mio no sea tan importante para romper vuestro orden e invadir el vuestro.