Que bien sienta ponerse a escribir sin
pensar en nada, sin tener en claro que es lo que quieres contar, que
el lector vea, supongo que es lo primero que un buen escritor debería
de hacer, pero mira, aquí estoy, dejando que sean mis dedos los que
eligen el tema de que hablar, no mi mente. Dejando que sean mis oídos
los que a través de una canción de Fito & Fitipaldis abran
todos mis poros de la inspiración y empiecen a fluir como si de un
rio se tratase.
Quisiera ser más concreto, pero no
puedo, quisiera decir, quiero hablar de esto, quiero hablar de
aquello, pero no puedo, supongo que prefiero ser así, mi inspiración
es como el agua, como un torrente que cae, como un vaso que se rompe
y esparce el liquido de su interior en todas direcciones, supongo
que, inconscientemente hago esto para que quizás en alguna de esas
direcciones acierte el contenido y guste a la gente, me guste a mi
mismo y me sienta realizado.
Supongo que soy así en todo,
picoteando de un lado a otro, intentando hacer mil cosas para
realizarme, como un colibrí que prueba todas las flores que se
encuentra en el jardín de tus delicias, sin un rumbo fijo, me gusta
probar esto y aquello. Aunque no lo parezca, mi mente vuela varios
kilómetros de ventaja a mi cuerpo, y vive mil vidas distintas
mientras yo sigo solo viviendo la mía.
Quisiera ser un escritor de los de
verdad, de esos que escriben a tientas y aun así saben lo que
escriben, podrían escribir con sus ojos cerrados, su boca tapada y
sus oídos taponados y aun así saber perfectamente lo que escriben,
lo que transmiten... Me encantaría ser así, saber que transmites
algo, saber que tus palabras fluyen a través de los ojos del lector
y llega a su mente, inunda su corazón y hace temblar su alma cual
terremoto que resquebraja la tierra.
Por suerte para mi, en este vendaval de
caminos que forma mi vida, en ese torrente descontrolado del que
hablaba, he encontrado un ancla que me mantiene atado en un punto, un
flotador que me me mantiene a flote de mis propios pensamientos y
miedos. Una mano en la que apoyarme, un corazón al que abrazarme, al
que reflejarme cuando pierdo mi propio saber de mi existencia, en el
cual me reflejo y veo que sigo siendo yo...simplemente yo.
Completamente yo.
Me siento realizado y completo, y es
por eso, que en el fondo este blog para mi es un reto, pues reconozco
la dificultad que tengo de transmitir cuando no es tristeza la que
emponzoña mis venas y llena mis ojos, pero prefiero perder toda mi
magia al escribir y tener el corazón en el estado tan saludable en
que lo tengo en este tiempo. Ademas, ¿Qué sería un reto si no me
atrevo a enfrentarlo? Por eso estoy aquí, por eso tú ahora me estas
pudiendo leer y saber que es lo que pasa por mi, mi yo y mis
circustancias. (Ortega y Gasset)
Y claro, mi cuerpo se queja, porque es
quien me soporta, son mis manos las que escriben, son mis dedos los
que teclean, y tienen razón, mi alma, mi corazón y mi mente puedo
convertirlas en eternas, pero mi cuerpo es mortal, y sólo tengo una
vida para vivirla, para exprimirla, y he decidido llenarla de todo lo
bueno que me rodea.
Quisiera acabar con las palabras
perfectas, pero volvemos al principio, esto tan solo es un ensayo, un
ritual comenzado por las yemas de mis dedos. No seáis malos chicos,
terminad con un buen final. Dejad que mi mente se abra y asombre el
personal. (¿que pareado mas estúpido me salio no creen?) Supongo
que hace algún tiempo no podría hacer esto, reírme de mi mismo, de
lo que hago, de mi forma de ser... Pero ¿saben algo? Dicen que los
hombres mas felices son aquellos que se ríen de si mismos... Con
suerte, puedo decir que yo soy uno de esos.
Me encanta como escribes!! y aunque sea difícil escribir con el corazón contento me gusta verte feliz y saber que yo soy parte de esa felicidad que tienes. Hay un trozo que me he sentido identificada y no he podido dejar de sonreír (que tonta soy).
ResponderEliminarTe animo a que sigas escribiendo me encanta leerte!!!
TQ!!